lunes, 2 de noviembre de 2009

SUGERENCIA #2 ¿CÓMO IR MÁS RÁPIDO?



Una de las bases de los sistemas de producción modernos desde el gran maestro Ford es sin duda el poder ahorrar tiempo para poder producir más y más. ¿Por qué las/os artistas tendrían que ser distintas/os, o las/os estudiantes de Arte? Seguro que tenéis algunas estrategias...


Por el momento y para poder llegar al final del trimestre más rápidamente yo me he cortado el pelo

5 comentarios:

  1. Muy bien estoy deacuerdo, desde que perdi mi cabello a mi tambien me rinde caminar, lo bueno es que cuando voy en moto me ahorro el casco

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  2. Debes ir tan rapido como puedas, lo malo de esto es que si vas muy rapido hay mucha información que se queda en el camino

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  3. ¿Que te parece la nueva diversión Bibliográfica?, es APASIONANTE, verdad?,
    Pero por favor, de verdad alguien se lee eso, cuando ya ha leído una tesis de 500 páginas??.

    Comprendo la importancia del tema, pero de verdad, algunos tenemos tics nerviosos de tanta abreviatura, . ., "..." :

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  4. Si el camino es largo busca un atajo.
    ("http://www.rincondelvago.com")

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  5. ¿Qué aplicaciones tiene el concepto de lo “táctico” para un artista contemporáneo, en España, por ejemplo, con las inmensas posibilidades puestas a su alcance por las instituciones culturales?
    En el barrio Santa María había una gracia fenomenal: allí vendían una carne que le decían de bragueta, de la bragueta de los que estaban trabajando en el mataero, que cuando se despistaba el encargao, cogían, le cortaban un peaso a la res, y se lo metían dentro la bragueta pa que le cayera abajo por los calzoncillos de entonces que se ataban en los tobillos. Y después cuando llegan a casa le daban la carne a su mujer y la vendían por las casas: “¡Carne de bragueta! ¡Carne de bragueta!”.
    Y ¡no veas la carne de bragueta!, carne de ternera de la mejor, y claro, si en la plaza valía un kilo tres o cuatro duros, pues ellos lo vendían a doce pesetas y era la misma carne.
    (Historieta entresacada de la colección Las mil y una historias de Pericón de Cádiz, cantaor flamenco, edición de J. L. Ortiz, Sñílex, Madrid, 1990).

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